Bobby Fischer, genio del ajedrez, campeón de ajedrez en 1972 y 1975 ha fallecido en Reykjavík el 17/01/2008 a la edad de 64 años en Islandia como consecuencia de una enfermedad, situación que soportaba en la indigencia.
Nació en Chicago (EE.UU.), de padres de origen alemán. Como curiosamente caracteriza a los genios, aprendió por sí mismo a jugar al ajedrez a partir de las instrucciones que venían en un pequeño juego que le regaló su hermana para que no se aburriera en casa cuando lo dejaban solo. Dejó los estudios de bachillerato sin terminar no siendo brillante en el colegio. Se le consideró un adolescente prodigio y problemático, lo cual confirmó al ganar el campeonato de ajedrez de Estados Unidos con tan solo 14 años.
Con 15 años de convirtió el Gran Maestro más joven de la historia en alcanzar tal grado tras ocupar el quinto puesto en el internacional de Potoroz.
Bobby llegó a ser campeón del mundo de ajedrez en 1972 al disputar la final con el conocido ajedrezista ruso Boris Spassky en lo que se conocío como "partida del siglo". Este encuentro se celebró en la ciudad Reykjavík de Islandia (la misma en la que falleció). En plena guerra fría, el torneo se cargó de tinte político. Aspecto en el que Bobby no estaba interesado en absoluto.
En septiembre de 1992, aceptó participar en un encuentro de exhibición conmemorando los 20 años de su enfrentamiento con Spassky (ya nacionalizado francés) que había de tener lugar en la antigua Yugoslavia. Volvió a vencer a su antiguo rival y se embolsó el premio de 3 millones de dólares que había ofrecido un magnate yugoslavo. Pero este encuentro tendría repercusiones políticas. En 1992, Belgrado estaba bajo el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos, y la acción de Fischer fue considerada en su propio país como un acto de traición y fue puesto en la lista de fugitivos del FBI y de la CIA. Entonces, Fischer desapareció de nuevo.
El 13 de julio de 2004, Fischer reapareció en público cuando, mientras pretendía ir a Filipinas desde Japón, fue detenido en el aeropuerto internacional de Narita por usar un pasaporte que el gobierno de los Estados Unidos había cancelado. Las autoridades japonesas le recluyeron en espera de resolver el problema suscitado por la petición de extradición de Estados Unidos. El 15 de diciembre de ese mismo año, el gobierno islandés aceptó darle asilo político a Fischer en ese país, para así escapar a la extradición a Estados Unidos, y ordenó su traslado inmediato a Reykjavík, donde podría recibir una nueva ciudadanía. A pesar de las presiones del gobierno estadounidense, el 9 de marzo de 2005, aún encarcelado, recibió un pasaporte islandés como regalo por su 62.º cumpleaños. El 21 de marzo, el parlamento islandés aprobó conceder la ciudadanía islandesa a Bobby Fischer, con 40 votos a favor y dos abstenciones, y tres días después, tras 8 meses detenido, fue puesto en libertad y deportado a Islandia, calificando a George W. Bush de criminal y al primer ministro japonés Jun'ichirō Koizumi como títere de Bush.
Boris Spassky, al que Fischer derrotó en lo que se denominó la partida del siglo, remitió una carta a George Bush en la que pedía el indulto para su viejo amigo. "Bobby es una personalidad trágica. Me di cuenta de ello desde que le conocí. Es honesto, de buena naturaleza y con un alto sentido de la justicia. Pero completamente antisocial. Es alguien que ha hecho prácticamente todo en contra de sí mismo", decía Spassky.
Desde hace años Fischer sospecha un complot de la CIA, la agencia de espionaje estadounidense, para llevarlo de regreso a Estados Unidos, país que aún mantiene una orden de captura sobre el ajedrecista.
Ingresado en diversas ocasiones con síntomas de paranoia, Fischer vivía en la capital más septentrional del mundo con su novia Miyoto Watai, con sus cuentas bloqueadas, viviendo de la caridad y recluido en un apartamento cercano a la bahía que ya no volverá a utilizar.
Fue un genio adelantado al sentido de la política y el despropósito de las guerras, principios que pagó caros en un mundo cada vez más manipulado y amenazado.
Wikipedia
El mundo
Nació en Chicago (EE.UU.), de padres de origen alemán. Como curiosamente caracteriza a los genios, aprendió por sí mismo a jugar al ajedrez a partir de las instrucciones que venían en un pequeño juego que le regaló su hermana para que no se aburriera en casa cuando lo dejaban solo. Dejó los estudios de bachillerato sin terminar no siendo brillante en el colegio. Se le consideró un adolescente prodigio y problemático, lo cual confirmó al ganar el campeonato de ajedrez de Estados Unidos con tan solo 14 años.
Con 15 años de convirtió el Gran Maestro más joven de la historia en alcanzar tal grado tras ocupar el quinto puesto en el internacional de Potoroz.
Bobby llegó a ser campeón del mundo de ajedrez en 1972 al disputar la final con el conocido ajedrezista ruso Boris Spassky en lo que se conocío como "partida del siglo". Este encuentro se celebró en la ciudad Reykjavík de Islandia (la misma en la que falleció). En plena guerra fría, el torneo se cargó de tinte político. Aspecto en el que Bobby no estaba interesado en absoluto.
En septiembre de 1992, aceptó participar en un encuentro de exhibición conmemorando los 20 años de su enfrentamiento con Spassky (ya nacionalizado francés) que había de tener lugar en la antigua Yugoslavia. Volvió a vencer a su antiguo rival y se embolsó el premio de 3 millones de dólares que había ofrecido un magnate yugoslavo. Pero este encuentro tendría repercusiones políticas. En 1992, Belgrado estaba bajo el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos, y la acción de Fischer fue considerada en su propio país como un acto de traición y fue puesto en la lista de fugitivos del FBI y de la CIA. Entonces, Fischer desapareció de nuevo.
El 13 de julio de 2004, Fischer reapareció en público cuando, mientras pretendía ir a Filipinas desde Japón, fue detenido en el aeropuerto internacional de Narita por usar un pasaporte que el gobierno de los Estados Unidos había cancelado. Las autoridades japonesas le recluyeron en espera de resolver el problema suscitado por la petición de extradición de Estados Unidos. El 15 de diciembre de ese mismo año, el gobierno islandés aceptó darle asilo político a Fischer en ese país, para así escapar a la extradición a Estados Unidos, y ordenó su traslado inmediato a Reykjavík, donde podría recibir una nueva ciudadanía. A pesar de las presiones del gobierno estadounidense, el 9 de marzo de 2005, aún encarcelado, recibió un pasaporte islandés como regalo por su 62.º cumpleaños. El 21 de marzo, el parlamento islandés aprobó conceder la ciudadanía islandesa a Bobby Fischer, con 40 votos a favor y dos abstenciones, y tres días después, tras 8 meses detenido, fue puesto en libertad y deportado a Islandia, calificando a George W. Bush de criminal y al primer ministro japonés Jun'ichirō Koizumi como títere de Bush.
Boris Spassky, al que Fischer derrotó en lo que se denominó la partida del siglo, remitió una carta a George Bush en la que pedía el indulto para su viejo amigo. "Bobby es una personalidad trágica. Me di cuenta de ello desde que le conocí. Es honesto, de buena naturaleza y con un alto sentido de la justicia. Pero completamente antisocial. Es alguien que ha hecho prácticamente todo en contra de sí mismo", decía Spassky.
Desde hace años Fischer sospecha un complot de la CIA, la agencia de espionaje estadounidense, para llevarlo de regreso a Estados Unidos, país que aún mantiene una orden de captura sobre el ajedrecista.
Ingresado en diversas ocasiones con síntomas de paranoia, Fischer vivía en la capital más septentrional del mundo con su novia Miyoto Watai, con sus cuentas bloqueadas, viviendo de la caridad y recluido en un apartamento cercano a la bahía que ya no volverá a utilizar.
Fue un genio adelantado al sentido de la política y el despropósito de las guerras, principios que pagó caros en un mundo cada vez más manipulado y amenazado.
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