El ciclista francés que acostumbra a pasear desnudo por Donostia ha sido condenado hoy a penas que suman un año de cárcel por un juzgado donostiarra que le ha considerado culpable de un delito de exhibicionismo y de otro de resistencia a agentes de la autoridad por no vestirse. Una exhibición que, según recoge la sentencia, "es indudablemente consciente, con ánimo libidinoso, y con propósito de escandalizar" la "concreta formación de los menores" y "su libertad sexual", "siendo indiferente que los órganos mostrados estuvieran excitados o no".
En definitiva, un año a la cárcel por crear a algunas personas un sentimiento de "escándalo" por ir como en realidad es su propia naturaleza física. Resulta llamativo porque los demás van de otra manera, concretamente vestidos, pero en un lugar nudista o naturista no sería motivo de ningún escándalo. Una vez más, la justicia se dedica a tonterías ya que según parece le sobran los recursos y tiempo con la cantidad de procesos graves que estarán ocurriendo. Mientras procesos de corrupción política se pudren en los pasillos por falta de recursos, parece que sí que hay recursos para estos temas que podrían resolverse con una sencilla multa para compensar a los más puritanos.
Fuentes:
Meneame
Deia.com
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